El acueducto romano de Sexi se ubica en el municipio español de Almuñécar, provincia de Granada, conservándose de él varios tramos: uno en la pedanía de Torrecuevas, otro en el casco urbano de Almuñécar y otros dos restantes entre Torrecuevas y la ciudad de Almuñécar, en medio de los cultivos de árboles tropicales (chirimoyo, aguacate, mango) de la vega sexitana. Su función era la del abastecimiento de agua a la ciudad, en época del Alto Imperio romano. Se trata del acueducto romano mejor conservado de Andalucía. Es Bien de Interés Cultural desde 1931.
El acueducto romano de Sexi contó con una longitud de 7 kilómetros aproximadamente desde el sitio conocido como las Angosturas, punto final de la captación, hasta los depósitos terminales en la ciudad. El agua transportada provenía del acuífero del río Verde y era recogida a través de una galería de infiltración que afloraba a la superficie en el sitio conocido como la Fuente de los Granados. Al finalizar la galería de captación subválvea, el agua era conducida a la ciudad por canales abovedados que operaban en régimen de lámina libre siguiendo las curvas de nivel del terreno, algunas veces casi superficial y otras enterrada a unos cuantos metros. Se hizo uso de dispositivos especiales tipo subtructiones y arcuationes para salvar depresiones cuando se consideró necesario, cuatro de estos últimos han sido estudiados en detalle por su monumentalidad. También se sabe que contó con un túnel que permitía el paso de la canalización de la cuenca del río Verde y a la del río Seco. La parte final de la conducción terminaba con un sifón invertido de 1 kilómetro de longitud realizado con tubos cerámicos y que posiblemente tenía un dispositivo de rotura de presión columnaria en su parte final.
Parte de la antigua canalización ha seguido en funcionamiento hasta nuestros días como acequia para el riego de la rica vega sexitana, razón que explica la conservación de gran parte de sus elementos extraurbanos y que lo convierte en el acueducto romano mejor conservado de Andalucía.
Los cuatro acueductos que componen el conjunto, el de Torrecuevas y los denominados tramos I, II y III, en dirección aguas abajo del Río Seco, constituyen una obra de gran unidad. Presentan dos tipos de arcos: uno con luz normal de 4,90 metros y otro con luz reducida de 2,80 metros. Los pilares de sección cuadrada miden 1,80 por 1,80 metros y, cuando su altura rebasa los 5 metros, lo que aproximadamente supone el triple de la dimensión transversal, se enlazan entre sí mediante la intercalación de un segundo cuerpo en la zona inferior. Esta conducción encuentra semejanzas estilísticas con la de Baelo Claudia, especialmente en los arquillos de aligeramiento en los pilares, detalle poco frecuente en los acueductos romanos. Fernández Casado los fecha en el siglo i d. C., por lo que al de Almuñécar se le podría dar una cronología similar.